Editoriales

Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

Las urgentes Jornadas por la paz

Por su muchos quieren hacer eco y participar de la estrategia que echó a andar la Iglesia Católica este domingo y que durará más de 10 días según el acuerdo que fue dado a conocer por la Conferencia del Episcopado Mexicano, desde el cual se lanzó la convocatoria al pueblo de México para construir una ruta de diálogo y colaboración que permita encontrar una salida a la violencia que azota a la nación.

Por donde quiera que se vea es una iniciativa que implica responsabilidad al doble, porque ante la ineficacia de las acciones que lleva a cabo el Gobierno de la República, cualquier cosa que se avance con la medida implementada a manera de Jornadas Nacionales por la Paz, significará que el Estado se ha quedado corto en el combate a la delincuencia.

La búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que exige el compromiso de todos, hoy más que nunca es necesario que se una, porque en el momento en que la indignación del pueblo ante la barbarie se abre una puerta para construir la paz, por ello, la Iglesia Católica pidió a todos los obispos y sacerdotes a quienes tienen una vida religiosa, a los fieles y a la gente de buena voluntad en México que se unan a la jornada de la paz por la patria

Se trata de cuatro acciones concretas, la primera de ellas, se hizo memoria de todos sacerdotes, religiosos y religiosas que fueron asesinadas a lo largo y ancho del país y se pidió que los Templos se coloquen las fotografías de hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios.

La segunda señala que, durante todo el mes de julio, se celebrarán mismas y oraciones comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido muerte violenta, sean homicidios dolosos o feminicidios, de periodistas, activistas sociales o personas en situación de exclusión o vulnerabilidad.

La tercera, de acuerdo con el documento que fue aprobado por la Conferencia del Episcopado Mexicano señala que, en las eucaristías del 31 de mayo, se pedirá por los victimarios, se orará por sus vidas y la conversión de sus corazones, además, se pedirá por las instituciones gubernamentales.

La cuarta actividad consiste en que cada Diócesis, Congregación Religiosa o Parroquia definirá las acciones a emprender, como son, horas santas, procesiones por la paz y mensajes de los párrocos al pueblo de Dios, porque se está enfrene y un problema que necesita de todos y todas para atenderlas desde la raíz y así, pueda surgir una nueva mirada que permita construir los acuerdos que necesita México ahora.

Los conductores de la Iglesia Católica se consideraron como peregrinos de la unidad para buscar que, con la participación del propio pueblo, se logre mejorar el trabajo que lleve a la paz en México.

Todo este acuerdo suenas como un desafío a las autoridades, pero, la realidad es que, la iniciativa de las organizaciones de la sociedad tienen que enarbolar cualquier tipo de acción que permita hasta situaciones tan difíciles como esas que ellos llaman la conversión de los victimarios.

La tarea que se echó a cuestas la Iglesia Católica comenzó este domingo 10 de julio y los sacerdotes espera que hay una gran colaboración de loa sociedad, bajo la premisa que todos los mexicanos quieren ver el fin de la violencia y la llegada de la paz.

Desde luego, son situaciones bien complicadas las que derivan de la inseguridad, por ejemplo, el reporte y los comentarios que hubo en redes sociales el pasado viernes, sobre la demora de más de dos horas que tuvieron que enfrentar camiones y automovilistas en una de las autopistas de la ciudad de Querétaro debido a eventos de violencia que se registraron en una de las casetas de pago.

Dos horas varadas en la autopista sin la opción de retornar para tomar otra vía, significó retraso de cargas, un costo más elevado del consumo de combustible y la zozobra de que la situación de complicada y afectara a automovilistas y camioneros. Quedó bien claro que fue una balacera y que hubo persecuciones y por tanto el personal de la caseta debió de resguardarse por un buen tiempo.

Esto sin perder de vista la preocupación que hay entre cientos de viajeros de Tamaulipas y Veracruz que van al vecino Estado de Nuevo León por el temor de los cierres de la carretera Victoria-Monterrey, porque ello les hace vulnerables y al mismo tiempo al quedar atrapados en el cierre, aunque quienes van hacia el norte de Ciudad Victoria, si tienen la opción de dar vuelva e ir de nuevos a sus casas o a la ciudad más cercana para esperar que la carretera se abra en caso de bloqueos.

A propósito de reportes, de Tula, población ubicada en el altiplano tamaulipeco, llegó información en el sentido de que, durante el fin de semana hubo largas colas de vehículos en las gasolineras, debido a la escases gasolina, sin que mediara una explicación de por medio, eso sí, obligó a los automovilistas y habitantes de la región que se mueven en camionetas para la realización de sus actividades económicas, a permanecer por horas en las filas para abastecerse aunque fuera de una cantidad pequeña de combustible para el inicio de su semana laboral.

El reporte indica que también en Jaumave se presentó una situación similar, pero, sin largas filas, allí fue que, las gasolineras tuvieron mucha demanda de los habitantes de la región.

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