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Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

La medida 56 por ciento de participación

Este miércoles primero de junio, en el último día de campañas proselitistas entre quienes se disputan la gubernatura de la entidad, no sucederá nada que lamentar, las acusaciones que hay entre los partidos postulantes y los candidatos, se quedarán como momentos desagradables que no deben de influir en la mente de los electores para que no decidan de manera equivocada.

Esas campañas de proselitismo que se veían muy lejos de inicio el pasado tres de abril, concluyen este miércoles y para que se niega, los tres abanderados, César Verástegui Ostos de la coalición Va por Tamaulipas, el doctor Américo Villarreal Anaya de Juntos Haremos Historia y Arturo Diez Gutiérrez Navarro del Partido Movimiento Ciudadano, hicieron su trabajo frente a las y los tamaulipecos, por eso esperan verse favorecido con la participación en las urnas y desde luego con el voto.

La vara está muy alta en cuánto a participación respecto a la elección de gobernador más reciente, porque en el 2016 acudieron el 56.23 por ciento de los electores, situación que aconteció debido a la disputa cerrada que se vivió entre el PAN y el PRI, con la derrota de este último, en un escenario en el cuál siempre fue impensable.

En aquel tiempo, el PAN alcanzó más de 721 mil sufragios, el PRI más de 486 mil y el Partido Movimiento Ciudadano casi 85 mil boletas a su favor, por eso es que, la vara está muy alta para las dos coaliciones y el candidato Diez Gutiérrez Navarro, aunque, en la elección anterior eran dos millones 557 mil 228 personas e la lista nominal y ahora son dos millones 722 mil 596 de los cuales deben de votar un millón 531 mil para que fueran el mismo porcentaje de la elección anterior de mandatario estatal.

La cantidad de votos emitidos en 2016 fue de un millón 438 mil 14, es decir, tienen que votar 93 mil votos más para que el porcentaje sea el mismo, y deberá de registrarse un voto más para que se supere la participación de entonces, cosa que, podría lograrse si se toma en cuenta que las campañas de los tres candidatos sí fueron propositivas y la gente se ganchó, cada uno con el que quiso, de las propuestas que llegaron bien planteadas a sus oídos.

En el último día de campañas permitido por la Ley y de acuerdo con el Artículo 240 que señala el primero de junio como fecha límite para distribuir o colocar propaganda electoral, así́ como, para la celebración o la difusión de reuniones o actos públicos de campaña, de propaganda o de proselitismo de carácter electoral, incluyendo los mensajes difundidos por internet, partidos y candidatos deben de comportarse a la altura del proceso que organizaron los responsables de IETAM.

Por cierto, los Artículos 262 de la LEET y 183 numeral 2 del Reglamento de Elecciones, precisan que hasta el día tres, es decir, el viernes, deben de hacerse llegar a los presidentes de las mesas directivas de casilla, los materiales electorales que usarán el domingo para que los ciudadanos vayan a las urnas a elegir a su nuevo Gobernador.

Se trata de cuatro mil 777 paquetes electorales que contienen las boletas, que, como todo mundo saben son algo así como un tesoro precisado, por ello, las autoridades en función de los acuerdos con las dependencias encargadas de la seguridad realizaron una estrategia de acompañamiento para evitar cualquier tipo de sorpresa desagradable.

Además de las boletas se hacen llegar a los presidentes de las mesas directivas de casilla, la lista nominal de electores con fotografía de la sección a que corresponde la mesa de votación, la relación de las personas que fungen como representantes de los partidos políticos, la relación de representantes generales, las urnas para recibir la votación y los frascos de tinta indeleble que se usan para señalar en un dedo a los electores que ya sufragaron.

Respecto al desarrollo d las campañas proselitistas de los tres candidato, es de tomarse en cuenta que el chequeo de los eventos por parte de la autoridades electorales, esto es, tanto del IETAM como del INE, estuvo a vista de cualquier asistente, ya que, el personal que trabajó para la elaboración de los reportes en los cuales se detallan los probables recursos usados, para cruzar la información con el informe de gastos que manden partidos y candidatos, portaban vestimenta que indicaba la labor que desarrollaban en los eventos y fue notorio como todo mundo respetaba el trabajo que les correspondió hacer.

Respecto a los cierres de campañas, la lucha no solo estaba en el territorio, frente a los ciudadanos, sino también en la comunicación para informar éstos del logro alcanzado a partir de su trabajo proselitista y el promedio de las mediciones se daba en dos vertientes, una en el sentido de que, el candidato de la izquierda tenía mejores números que su adversario de la derecha, por encima del 50 por ciento de la intención del voto y por encima del 30 por ciento, de manera respectiva, en tanto que, el candidato del Movimiento Ciudadano lograba entre un cinco y seis por ciento.

Obvio, también hubo sumatorias para promedios a la inversa, es decir, en el 50 por ciento para el abanderado de la coalición Va por Tamaulipas, y por encima de los 35 puntos para la coalición Juntos Haremos Historia.

También corrió muy fuerte la versión en el sentido de que, el candidato del Movimiento Ciudadano declinaría a favor de la coalición, Va por Tamaulipas y hasta se dijo que este miércoles se oficializarían, aun cuando el propio candidato Diez Gutiérrez Navarro, decía en redes sociales lo contario, que aceptaba que se sumaran a su proyecto los de la coalición.

En el escenario de cierre de campañas, solo puede decirse que la moneda está en el aire y que los electores, tras su reflexión en estos tres días de silencio político, podrá razonar su voto y acudir a las urnas para superar el porcentaje de votación que hubo en la elección anterior de gobernador, el 56.23 por ciento, número que es la vara para superar en este proceso 2021-2022.

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