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Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

Sacar celulares del aula, el reto

Hasta que hicieron algo medio bueno las y los diputados de la oposición en la Legislatura 66, plantearon y fue aprobado un proyecto de Decreto para reformar la Ley de Educación del Estado de Tamaulipas a fin de regular la utilización de los teléfonos celulares en las escuelas del nivel básico.

Planteado por la Diputada, María del Rosario González Flores, hizo ver que, dejar las cosas como están, es decir, que los alumnos hacen aquello que les da la gana con su teléfono en clases, crea falta de concentración, repercute en bajo rendimiento académico fatiga y de refilón predispone a factores como depresión y ansiedad que son la puerta para desequilibrios en la salud mental.

Con la reforma a Ley de Educación se formaliza la acción de brigadas de seguridad escolar conformadas por docentes, padres de familia, alumnos y desde luego directivos, para que, tomen acuerdos que lleven a medidas para la restricción del uso de celulares en horarios escolares.

De todos es sabido, que los llamados teléfonos inteligentes en clase, son un grave problema para los maestros, ya que, el estudiante está más atento a mensajes de WhatsApp, TikTok, X, YouTube y llamadas telefónicas que a las exposiciones de los profesores y, por desgracia no hay poder humano que pueda arrancarles el celular de la mano o dejar de verlo.

Además, bien dicho por la Diputada González Flores, los teléfonos en las escuelas tienen alejados a los estudiantes de la sana convivencia, de las bibliotecas, de actividades deportivas y recreativas, por tanto, siempre andan distraídos tipo zombis.

Dejan ver que, el celular es más importante que el maestro y eso convierte su proceder en un desafío constante que lleva a momentos de tensión durante las clases, al grado que, existe información en el sentido de que, los educadores deben de expulsar del salón a quienes prefieren estar en el teléfono que en clase.

Bajo esa premisa puede considerarse que el tiempo de clase, se reduce a menos de la mitad, dado que, la mayor parte del tiempo la atención de los estudiantes está puesta en el celular, concluyéndose que es indispensable regular el uso de los teléfonos móviles.

Aunque la iniciativa de la diputada tiene en parte su origen en los llamados de los padres de familia que se muestran preocupados por el apego de sus hijos a los aparatos, la realidad es que, también la Ley debe de considerar que son los padres de familia quienes deben de prohibir que sus hijos lleven el celular a la escuela.

Obvio, esto último cuándo se trata de menores de 18 años, porque una vez que llegaron a la edad adulta, ellos deciden si llevar o no el celular, por tanto, la reforma a la Ley de Educación del Estado de Tamaulipas no debe limitarse a la educación básico, sino extenderse a la educación de todos los niveles, porque en las universidades el celular es el principal enemigo de la academia.

 

Es seguro que, del lado de los maestros, la propuesta de las y los diputados de oposición en el Congreso del Estado, llega en buen momento, atrasada quizá, pero, nunca será tarde, cuando de reglamentar algo que obstruye la educación en el día a día, como es caso de los celulares.

En un escenario en el cual esos aparatos son el principal distractor en clases y, algunos profesores universitarios han comentado que viven condiciones inaceptables como la recepción de llamadas de los padres de familia aún a sabiendas de que sus hijos están en clases o bien de sus novias, parejas y el trabajo, la Ley tiene que ampliarse a todos los niveles educativos, para sacar de las aulas los celulares.

La propuesta de dictamen surgida de las Comisiones de Educación y de Niñez, Adolescencia y Juventud, que pusieron sobre la mesa los pros y contras de los celulares en las aulas, determinaron que, la reforma a la Ley de Educación del Estado de Tamaulipas, además de pertinente, es necesaria para salvaguardar el derecho a una educación de calidad en entornos seguros y con cero distractores.

Las y los Diputados estuvieron de acuerdo en que, el uso de la tecnología sería herramienta significativa en el aprendizaje, pero, la regulación es fundamental ya que, sin ella plasmada en Ley, se convierte en un factor de distracción y riesgo, por ello la reforma dará soporte jurídico para que las comunidades escolares establezcan reglas que determinen el uso de los dispositivos móviles, con excepción para las urgencias médicas o familiares.

Regular los celulares en las escuelas fortalecerá, sí o sí, el ambiente académico y la convivencia escolar, pero, además, los alumnos sabrán que la clase es la clase y que, el celular no les da derecho a interrumpir el desarrollo del plan de estudios que en todos los niveles se tiene vigente.

Desde luego, las y los diputados de las Comisiones Legislativas, hablaron con directivos de la Secretaría de Educación que tiene a su cargo el Doctor Miguel Ángel Valdez García, con profesores de primaria, secundaria y educación media superior, con padres de familias y obtuvieron respuesta que sirvieron para moldear la propuesta de reforma a la Ley de Educación del Estado de Tamaulipas, por eso, fue algo que medianamente hicieron bien los legisladores de oposición en el Congreso.

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