Editoriales

Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

Migajas

Conforme pasan las semanas, se ve más lejana la posibilidad de que el Partido Acción Nacional, pueda consolidar candidaturas que le permitan mantener algunas posiciones en Alcaldías y el Congreso del Estado.

Tan difícil está la rebatinga interna en esa organización política de Tamaulipas, que, partidos como el PRI, dejaron correr la versión de que, podrían salirse de la coalición que tienen y lanzar sus propios candidatos en, al menos la mitad de los municipios.

Desde la presidencia del comité estatal que tiene a su cargo el Diputado local plurinominal, Luis Cantú Galván, no hay coordinación hacia los comités municipales y, por ende, los grupos de panistas andan por la libre y el mejor ejemplo es el de Tampico.

Ello debido al desconocimiento de la dirigente, Diputada Nora Gómez González, fue desconocida desde el comité nacional por l intervención de su dirigente estatal y compañero en el Congreso del Estado, Cantú Galván, por tanto, queda casi libre la posición para que, de una vez por todas el alcalde, Jesús Nader Nasrallah tome la batuta y comience la expansión de su partido para sacar de la jugad al reducido grupo de reynosenses que se creen dueños el PAN en la entidad.

El otro asunto que tiene en contra el emisario de los tres Garcías, Cantú Galván, es que, el exdirigente del comité estatal del PAN y fracasado candidato a la gubernatura de la entidad, César Verástegui Ostos, maneja la política en los municipios mejor que el reynosense, por tanto, los grupo se mueven en sentido diferente a la los Garcías.

Mediados de diciembre es la fecha para que se confirmen o se cancela las coaliciones entre los partidos políticos para contender en la elección concurrente del primer domingo de junio de 2024 y a cómo andan las cosas, no debe extrañar que, en día de estos, amanezca depuesto de su cargo el actual presidente del comité estatal.

Si esto sucede, quedará bien claro que los grupos panistas del sur y centro de la entidad rompen con el grupillo de Reynosa, al cual se le deshace en las manos el poder que tenían, muy a pesar del esquema de compras a futuro que hicieron entre 2021 y 2022, para ser intocables por la justicia y por los grupos políticos, sin embargo, es fácil cerciorarse de que, las cosas comienzan a cambiar.

Tres puntos básicos que demuestran el desvanecimiento a pasos agigantados del poder que pretendieron los Garcías, son, la dirigencia estatal panista no funciona, los alcaldes no se alinean a la estructura del partido, sino a la que opera fuera del partido y la otra que, el sentido de los panistas que reniegan de los resultados negativos que dejó la administración del pasado sexenio, buscan el reconocimiento de Nader Nasrallah, como el máximo líder azul.

Llama también la atención que, unos fueron la presidentes municipales panistas cuando el Gobernador Constitucional del Estado, Doctor Américo Villarreal Anaya se reunió con ellos para colaborar en beneficio de los ciudadanos de cada región y otros son ahora que cuentan con el respaldo de grupos paralelos a la dirigencia del PAN.

De acuerdo con versiones de tipo político, alientan enfrentamientos con funcionarios estatales para tratar recuperar algunos de los puntos que perdieron con el paso de las administraciones municipales debido a que, no dieron el ancho ni cumplieron los compromisos contraídos con la población y también boicotean las acciones gubernamentales encaminadas a mejorar la calidad de vida de los tamaulipecos.

Respecto a la conveniencia de mantener la coalición entre PRI y PAN, la discusión se centra en el hecho de que, si la candidata será la Diputada local plurinominal, Alejandra Cárdenas Castillejos, el hecho de que en su publicidad política aparezcan los colores del PAN podría restarle muchos puntos en la preferencia de los habitantes de este municipio y así sucederá también en sitios en los cuales el PRI podría tener buenos candidatos.

Una PAN polarizado en la entidad, no es ni será un buen aliado en las elecciones, incluso, el hecho de que, hace un año el respaldo del Senador Ismael García enorgullecía a los alcaldes, síndicos y regidores panistas, así como, a los Diputados Locales, la realidad es que, ahora aquello que cuenta es el respaldo de Verástegui Ostos, en el entendido de que, el manejo de las estructuras panistas se le facilita más a éste último que al grupillo de reynosenses enquistado en el edificio del 22 Berriozábal de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Del PAN empoderado, al fraccionado actual, podría pasarse en un corto plazo al pan en migajas

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