Editoriales

Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

Celebraciones y cambio de hábitos

Por la connotación que tiene en la salud de los mexicanos, la celebración del Día Mundial de la Hipertensión, tuvo más espacios en medios de comunicación, opiniones de expertos y en redes sociales, que la otra conmemoración de este mismo 17 de mayo, que es el Día Mundial del Reciclaje.

El asunto de la hipertensión, tiene que de forma directa en una de las principales causas de mortalidad que son los eventos cerebrovasculares y es padecida por miles y miles de personas, de ahí que, las autoridades Federales y estatales de Salud promuevan el diagnóstico temprano para reducir el riesgo de la vida.

Existen cientos de estudios epidemiológicos a partir de los cuales se toman en cuenta los factores que predisponen a esta enfermedad ya que, sucede cuando las arterias se hacen rígidas y ponen más resistencia al paso de la sangre, motivo por el cual, el corazón tiene que hacer grandes esfuerzos para bombardearla a todos los órganos y eso compromete la salud por las alteraciones que se generan.

Las causas son diversas, sin embargo, en la mayor parte de los casos tiene que ver con una inadecuada alimentación, sobre todo de grasas y a la falta de ejercicio, por tanto, desde la medicina preventiva y la salud pública se trata de hacer conciencia en la población para cambiar los estilos de vida, bajo la premisa de que, cuando sean más positivos, la vida de las personas se prolongará de manera invariable.

En cuánto a la otra celebración que involucra a toda la población, la del Dia del Reciclaje en este 2023, promueve la cultura de las tres R, es decir, reducir, reciclar y reutilizar, porque los organismos internacionales que promueven la salud y el medio ambiente, orientan sus recomendaciones hacia bajar los volúmenes de desechos generados por la población de los países y reutilizar materiales como una forma de proteger al ambiente.

El Día Mundial del Reciclaje se lleva a cabo desde el 2005, fecha en que, la UNESCO hizo ver la importancia de crear conciencia y promover la cultura del reciclaje de todo tipo de desechos, misma que urge en México, porque según la PROFEPA, el consumo voraz de los recursos naturales es de tal magnitud que serán necesarios casi so planetas tierra más para atender la demanda de recursos al ritmo de la demanda que tienen los terrícolas en este tiempo.

Con esto de las tres r, se trata de minimizar la huella ecológica de carbono, frenar el cambio climático y proteger el ambiente, suena sencillo, sin embargo, la tarea es muy grande y son muy pocos los anotados para hacer la diferencia entre el actual momento del hombre en el planeta. Además, pasa lo mismo en el tema de la hipertensión arterial, porque también son demasiado pocos los anotados para cambiar de estilo de vida y comprometer a quienes viven en su entorno para crear una nueva cultura de buenos hábitos, entre los que se cuenten alimentación sana y ejercicio.

Según la UNESCO, el 99 por ciento de las cosas que se consumen, se desechan en un periodo de seis meses y no se aprovechan los residuos orgánicos que representan el 44 por ciento.

Además, cada año se arrojan ocho millones de toneladas de residuos a los océanos, algo así como un camión por minuto y la vida de las aves marinas está en grave riesgo por que más del 90 por ciento tienen plásticos su sistema digestivo.

En México, cada habitante produce casi un kilo de residuos sólidos al día y se generan 42 millones de toneladas al año, lo que equivale a 231 veces el estadio más grande del país. De los millones de toneladas de basura que se producen el 70 por termina en rellenos sanitario, pero, el problema nace en que no se separa correctamente desde el origen y al mezclarlo pierde su valor.

Al reciclar se reduce la tala de árboles, la contaminación del agua, aire y suelo, se ahorran materias primas y energía para fabricar cosas nuevas, por ello, todos deben participar para evitar el deterioro ambiental, cosa que se logrará con cambios en el día a día de las personas para que haya cultura de reciclaje y por tanto que cada quien ponga medida a su contribución con el ambiente.

En Ciudad Victoria ya hubo uno o dos intentos en la práctica de las tres erres, por desgracia, quedaron en eso, intentos, porque ni siquiera se llegó al punto de la clasificación de la basura, aunque, en una de esas tiendas de autoservicio que pertenecen a cadenas gringas, se mantiene la idea de la separación de la basura y a juzgar por la cantidad de residuos que se retira, sí llama la atención a la gente, sin embargo, la falta de infraestructura para ello, limita las mencionadas erres.

Incluso, el gran lío de la capital de Tamaulipas es el tiradero de basura en las calles, porque sigue sin regularizarse el servicio de limpieza pública, debido a las fallas mecánicas de los viejos camiones y a la posición extraña de no apostar hasta por recurrir al financiamiento para la adquisición de camiones recolectores de basura nuevos, máxime cuando resolver el lío de la basura equivale a la reelección del alcalde Eduardo Gattás Báez.

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