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Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

*Las clases

Aunque Tamaulipas, para efectos de la pandemia de COVID-19 está en semáforo amarillo, 14 de los 43 municipios que lo conforman están en rojo de acuerdo con el seguimiento epidemiológico que lleva a cabo la Secretaría de Salud Estatal y sobre la base de los datos de pacientes sospechosos, contagiados, hospitalización y que fallecieron.

Salir de la pandemia urge ya a muchas familias, empresas, organizaciones, instituciones educativas y desde luego a los trabajadores de la salud que, desde hace casi dos años están en la primera línea de batalla para contener este evento mundial que vino a cambiar pausar el ritmo del mundo cuya vertiginosidad parecía llevarlo al desfiladero en forma irremediable, en especial si se toma en cuenta el nivel de incomprensión alcanzado sobre el deterioro del planeta.

Los municipios de Tamaulipas que están en semáforo rojo y, por tanto, condicionarán el reinicio de las clases presenciales en las escuelas de todos los niveles educativos son Tampico, Madero, González, Mante, Antiguo Morelos, Xicoténcatl, Llera, Jaumave, Ciudad Victoria, Güémez, Hidalgo, Río Bravo, Reynosa y Nuevo Laredo.

Del resto de los municipios otros 14 están en verde, por tanto, ya hay clases presenciales, lo mismo que ocho pintados de color amarilla y el resto siete están de color naranja, que también ya, maestros y alumnos deben de estar en clases presenciales.

Obvio, los escenarios epidemiológicos y educativos están conectados de forma obligada, aunque, el que lleva la peor parte es este último, porque da la impresión de que los trabajadores de la educación ya dejaron de lado sus obligaciones con las escuelas y que los alumnos, aunque quieren estar en las aulas, siempre hay un motivo por el que deben de quedarse en casa para seguir con su educación a distancia.

Es evidente la existencia de un círculo vicioso que, dicho de manera directa, tiene al borde de la crisis la preparación académica de los mexicanos a corto, mediano y largo plazo.

Para estar en perspectiva, si siempre se ha manejado la idea de que la educación es el futuro de la nación, debido a la pandemia y las clases en línea o por redes sociales, el futuro de México será a medias, dado que, por un lado, los maestros están ubicados en una zona de confort tal que, para cubrir los temas del plan de estudios de cada año escolar o semestre, a través de las redes sociales solicitan tareas y tareas, olvidándose de la importancia que tienen su presencia con los alumnos.

No es así porque tienen actividades paralelas, incluso, los hay que ni siquiera están en las ciudades donde trabajan, se fueron desde hace muchos meses a buscar un segundo empleo.

Jamás será aceptado por los directivos de las escuelas de la educación básica y pública, máxime si la organización sindical protege a sus agremiados para estar de nuevo en las aulas y en las escuelas, de ahí que a estas alturas del reinicio de labores presenciales aparecen como limitantes el deterioro de los edificios, sus servicios públicos y el estado material de las instalaciones.

Aquello que apareció al último y que sonó a pretexto para no clases presenciales, son los daños en el sistema eléctrico que implica riesgo para todos, de ahí que, las escuelas con estos problemas seguirán sin clases.

La pausa de la normalidad de decenas de años, está por terminar y aunque haya muchos que crear que podrán sobrellevar la nueva normalidad con la normalidad anterior, no se podrá, porque pretextos para las clases presenciales habrá muchos, pero, llegará el momento en que, para cobrar por cumplir con las clases ya no será asunto de trabajo en línea, los profesor y todos los trabajadores administrativos y de intendencia tendrán que estar en sus puestos el tiempo reglamentario, de otra forma serán descontadas horas y días del salario.

También es indispensable que los directivos de escuelas, así sea de grandes o pequeñas, deben hacer una revisión a los listados de su personal, para determinar con quienes cuentan y con quienes no, es probable que se lleven sorpresas como el hecho de que algunos fallecieron y les continúan pagando porque así conviene a sus familias, que otros son suplantados por familiares o colaboradores por ellos se fueron a trabajar a otra parte, también se darán cuenta quienes quieren estar en la escuela o se van porque con la pandemia encontraron mejores oportunidades laborales y también se darán cuenta que deben ir con sus superiores para gestionar más personal.

Claro como el agua es que, la formación de los niños y jóvenes a través de la educación básica no puede ser a medias, ni por parte de los maestros, alumnos o padres de familia. Ya existen instituciones educativas en clases presenciales y muchas de las variables contadas aquí aparecieron en escuelas de todo tipo y por fortuna hay conclusiones también claras, que la realidad de los semáforos amarillo desde la perspectiva epidemiológica nacional y que 29 de los 43 municipios del estado se encuentren en condiciones para clases presenciales equivalen al funcionamiento ya de los planteles escolares.

Por otro lado, en cuanto esto de las clases en las escuelas alcance un punto aceptable hay otro elemento que debe agregarse, para dar continuidad a la organización del magisterio de Tamaulipas, que el secretario general de la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, profesor Rigoberto Guevara Vázquez mande publicar la convocatoria para la renovación urgente del comité ejecutivo Seccional.

En lugar de cuatro años, la dirigencia actual casi completa un período más y, entre las cosas que circulan sobre el relevo sindical, es que el comité esta encerrado para no dejar la comodidad de las chambas que tienen como representantes de los trabajadores, incluso, se ha llegado a comentar que algunos colaboradores del profesor Guevara Vázquez se mantienen al alba para evitar manifestaciones de grupos que exigen la aparición de la convocatoria para el cambio de líder

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