Editoriales

PRESENCIA


POR: ANA LUISA GARCÍA G.

                < La nueva alianza PAN-PRI-PRD rumbo al 2024

            A partir de septiembre la alianza PAN-PRI-PRD pondrá a prueba su capacidad para para desenvolverse como coalición legislativa y con ello enfrentar los dilemas en la conducción de un gobierno sin mayoría absoluta. Si lo logran, podrán pensar ellos y los ciudadanos que observarán su desenvolvimiento, que son capaces de ir en pos de un Gobierno de la República de coalición, modalidad aprobada dentro del conjunto de reformas político-electorales llevada a cabo en 2014 y que entraron en vigor a partir de 2018, es un instrumento optativo del que podrán disponer los presidentes de México en lo sucesivo y desde luego cuyas bases están en los comicios.

            Obviamente el antecedente a un gobierno de coalición es una alianza electoral como la que suscribieron en el año electoral 2020-2021 el PAN-PRI-PRD y que dio muy buenos resultados en la jornada del domingo pasado. Y se preguntará Usted, ¿Por qué no funcionó en el caso de los comicios de gobernador? ¿Qué hizo diferente la alianza en los casos para diputados federales y las gubernaturas?

            Indudablemente las elecciones estatales pasaron por el cedazo del gobernador saliente y en ese caso entran en juego muchos recursos e intereses. Sobre todo cuando hay un hacha justiciera que se esgrime a todo lo que da y quienes tuvieron un talón de Aquiles no les quedó otra que someterse.

            La cuestión es que la coalición electoral en el caso de la Presidencia de la República no tiene el inconveniente de las gubernaturas, es realizable, pero el antecedente que puede dar confianza es que la coalición legislativa que está por iniciar en San Lázaro se maneje por la vía del consenso interior, porque Morena no necesita muchos aliados, “nada más poquitos” dijo el Presidente cuando lanzó su invitación al PRI para tener como aliados a unos cuantos de sus diputados.

            Al respecto surgieron respuesta inmediata en voz de las dirigencias nacionales del PAN, PRI y PRD, en el sentido de que no habrá tal alianza con Morena, puesto que el objetivo de la coalición fue precisamente integrar un frente de contrapeso al partido que está en el poder.

            La cuestión es que los pasos de la triple alianza tendrán toda la atención de políticos y medios de comunicación, para hacer visibles sus decisiones, confirmar si cumplen el propósito con el que se vendieron al electorado, y en esa medida puede pensarse en el siguiente paso, que es el 2024.

            EN LA BALANZA BRAÑA Y ZERTUCHE.- En una arena tan politizada como es Cd. Victoria el tema en las reuniones de café es la identidad del futuro presidente de la Junta de Coordinación Política, y es que se trata de la titularidad ni más ni menos, que de uno de los tres Poderes del Estado. A diferencia del PAN y PRI que se manejaban sobre reglas de juego muy claras, Morena tiene varias rutas de acceso a esa decisión, primeramente hay que recordar que hasta ahora han sido los diputados de esa corriente quienes a mano alzada al elegido a su coordinador y que incluso han ignorado instrucciones superiores.

            Hay que recordar el nombramiento de Carmen Lilia Canturosas que llegó mediante oficio a través del partido, firmado por Yeidckol Polevnsky fue ignorado y en ese caso el dedazo venía del primer morenista no de la dirigente que sólo intentó cumplir una instrucción.

            La vieja frase de que en política hay dos cosas que unen a los hombres, y son la complicidad y la consanguinidad, debido a esta última hay una ola de rumores en torno al sobrino de oro, el LAE José Antonio Braña Obrador y obviamente, ¿quién es el guapo que se puede manifestar en contra de esa posibilidad? Nos referimos a los diputados integrantes de la bancada.

            Pero también está como prospecto Armando Zertuche Zuani, quien llega por la vía plurinominal, posición que le fue obsequiada tras amenazar con impugnar la candidatura del hijo de Maki, Carlos Peña, hoy virtual alcalde electo de Reynosa.

            El susodicho tiene a su favor en un ejercicio de análisis lógico, por una parte la experiencia que le dio ser diputado federal, y otro punto a su favor es el hecho de que en la bancada morenista habrá 4 legisladores de Reynosa que corresponden a los distritos 4, 5, 6 y 7, y uno más de Río Bravo, esto puede ser un elemento de entendimiento y de facilitar la conducción de un grupo político que usualmente no está entre sus virtudes el ser disciplinados, además de su actividad profesional sobre el manejo de grupos.

            Por su parte Pepe Braña es un elemento más conciliador, accesible para llegar a acuerdos, mientras que Zertuche es arrebatado. Académicamente ninguno de los dos tienen formación en materia legal, pero el primero es de los que consulta, se informa, mientras que don Armando se lanza al ruedo expresando incongruencias legales, no ve los límites del poder, que son las normas, leyes y reglamentos, para acabar pronto es proclive al conflicto sin analizar las bases jurídicas. Su formación en el campo de la psicología y la Gestalt le hace sentir seguridad, ha trabajado con grupos dictando cursos y conferencias, lo cual le proporciona facilidad de palabra.

            A favor de Pepe Braña está su militancia y activismo en la izquierda desde el año 2000, en apoyo al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, trabajó estas dos décadas en las causas sociales impulsadas antes por el PRD y hoy por Morena. Se desempeñó como coordinador de operación política en la Zona Sur de Tamaulipas y coordinador de la campaña a nivel estatal en las senadurías que hoy ostenta el partido guinda.

            Además, Braña coordinó la estrategia en la zona norte del país en 2017-2018 para la Presidencia de la República que incluyen a Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Durango, que concluyó con la victoria del presidente Andrés Manuel López Obrador.

            Ahí están estas dos cartas, las más visibles en este momento, sin menoscabo de que llevado el tema a una votación pueda surgir alguien más.

RECTOR DE LA UAT PRESIDE CUMEX.- Sin duda es una alta distinción para la Universidad Autónoma de Tamaulipas la elección de su rector, el Ing. José Andrés Suárez Fernández, como Presidente del Consejo de Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex) para el período 2021-2023, dado que ese organismo nacional está integrado por 32 instituciones, que las distingue su calidad educativa acompañada de diversos indicadores que acreditan su compromiso con la educación superior.

Las universidades organizadas dentro de CUMex cuentan con altos índices de egreso, sus profesionistas logran empleo en un nivel superior al 77%, disponen de sistemas tutoriales que llegan a más del 85% de los alumnos y disponen de plantas docentes donde el 95% de los profesores son de tiempo completo.

La UAT está dentro de este sector de universidades que disponen de una tasa de retención y eficiencia terminal generacional de las más altas del país, lo cual está respaldado por 1, 887 programas educativos de técnico superior, profesional asociado y licenciatura, todos ellos reconocidos por el sistema nacional de evaluación y acreditación.

Por lo que respecta al mensaje oficial del Ing. J. Andrés Suárez Fernández como presidente de CUMex, luego de felicitar por su desempeño a la administración saliente manifestó su compromiso de seguir impulsando el esfuerzo de las universidades para mejorar la calidad de la educación superior, así como la colaboración y cooperación interinstitucional para el beneficio de estudiantes, egresados y docentes.

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