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Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

*Preparados o no para la elección

El INE y el IETAM están preparados para el último tramo del proceso electoral con el cual se eligen en Tamaulipas Diputados Federales, Legisladores locales y presidentes municipales, también están listos para sacarse una calificación ciudadana más alta que en los procesos anteriores, porque siguen paso a paso el marco legal que tiene tiempos y definiciones.

Nada se ha queda al ahí se va, al contrario, todo está documentado y validado, porque es la principal fortaleza para la confiabilidad que los ciudadanos tienen en los órganos electorales. Tanto la Mtra Olga Alicia Castro Ramírez como el titular del Instituto Electoral, Juan José Ramos Charre pueden señalar con determinación que cada paso dado está bien compartido con los partidos políticos que tienen representación en los Consejos internos de esos organismos.

Estar preparados para la elección implica poner los ojos en el día considerado por muchos como el relevante, es decir, el de la votación, cuándo los electores deben de sacar sus credenciales para votar con fotografía y encaminarse a las mesas para sufragar por los candidatos que postularon los partidos políticos o aquello que lo hicieron solos al aprovechar la figura de los independientes que está considerada en las Leyes Electorales desde el 2014 y que ha producido cargos de trascendencia como la gubernatura el vecino estado de Nuevo León que tiene a su cargo, el expriísta Jaime Rodríguez Calderón.

Obvio, a pesar del estado de avance que tiene la preparación de las elecciones existe un punto de preocupación desde la perspectiva de los organizadores, porque no tienen el control absoluto de la situación a pesar de contar con todas las herramientas para ello, incluidos los cuerpos de seguridad que el día de las votaciones están a su servicio para evitar líos que pongan en riesgo el proceso.

Aquí el gran dilema es para otros actores del proceso, los dirigentes de partidos políticos, sus candidatos o los representantes de los sectores que están sumados a las organizaciones políticas y que podrían en algún momento, vencidos por la falta de madurez, incurrir en acciones que alterasen la situación y con ello impedir la asistencia alas urnas, el voto, el conteo de los mismos o la entrega de los paquetes electorales a los Consejos Distritales y Municipales que son los responsables de su resguardo hasta que se hayan declarado válidas las elecciones, porque se cumplió con todos los elementos establecidos en la Legislación.

Los otros actores son los ciudadanos que tienen credencial para votar con fotografía vigente y que, se supone son parte el proceso desde su arranque y a lo largo de cada una de sus etapas, aunque, es por estos días cuándo les toca vivir la parte más intensa del ejercicio político que son las campañas proselitistas, mismas que se encuentra en su punto más alto y comenzarán a menguar a partir de la semana que viene y que se conoce como la etapa de los cierres.

El punto es que, los ciudadanos como actores del proceso dan visos de participación a través de las mediciones realizadas por empresas encuestadoras cuya misión es conocer la percepción que durante cada etapa del proceso tienen las personas y hacer inferencias para establecer posibles escenarios en los cuales se dibuje la intensión del voto que más se acerque más a la realidad.

Dicho por los expertos en marketing político, las mediciones de las preferencias ciudadanas generan tendencias y estas pueden configurar triunfos, pero, el dicho al hecho hay un gran trecho, porque la determinación final del voto en un alto porcentaje sucede en el momento que el elector está en la casilla y se encierra en la mampara para cruzar el emblema del partido y la imagen del candidato.

Obvio, para que esto último suceda, el elector tiene que estar en la casilla y es el espacio que hay entre la vivienda del votante y la casilla electoral un factor que no está en manos de las autoridades electorales ya que, al margen del voto logrado con el proselitismo de las campañas políticas de los candidatos, tanto esto como los dirigentes de sus partidos trazas estrategias que les permitan movilizar a las personas para que vote y, por lo regular aquellos operaron para hacerles salir de sus viviendas el día de la votación, podrían ser los beneficiarios del sufragio, de ahí que en el transcurso de la jornada electoral puedan generarse roses entre operadores de la movilización y sobrevengan queja, denuncias, inconformidades e impugnaciones que echen a perder el éxito que habían logrado los responsables de la organización de las elecciones desde el pasado mes de septiembre cuándo se puso en marca el programa.

En base esto último pude decirse que el día de la votación podría ser el día de mayor riesgo para el proceso, por ello, esa preparación revisada aquí de todos los actores del proceso, tiene que potenciarse en el llamado día D, para que las cosas no se salgan de control y en lugar de elecciones competidas, limpias y creíbles aparezcan otras sucias y cuestionadas, pero, que en ningún momento corresponderán a los resultados que se tienen hasta este momento en que faltan 18 días para la celebración de las votaciones más grandes en la historia del país, porque se eligen más de 21 personas para cargos públicos.

Prepararse para la elección es ver las cosas con mucha madurez y que al final del día nadie influya en la decisión que deben de tomar los votantes al acudir a la casilla y que sea por el bien de México, nunca para los grupos que pretendan el poder político en municipios entidades y en el Poder Legislativo situaciones personalistas.

 Es necesario que prevalezca el bien común y que el apasionamiento por los comicios no genere discrepancias que lleven al enfrentamiento social, eso ya es cosa del pasado, actual es cambios políticos pasados por las urnas en paz y con un alto grado de credibilidad por eso cobra vigencia el comentario realizado este fin de semana por el candidato a gobernador de Nuevo León por el Partido Movimiento Ciudadano, Samuel García Sepúlveda, en el sentido de que, los cargos tienen que ganarse con muchos puntos de diferencia para que no haya discusión ni dudas  respecto al resultado.

Prepararse para elecciones competidas sí, no para elecciones discutidas, esa es la diferencia y por la madurez del electorado tamaulipeco, es casi seguro que los órganos electorales encargados del proceso repetirán con una alta calificación.

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