Editoriales

Gaceta

*Raúl Terrazas Barraza

*El sueño tamaulipeco del regeneracionismo

En su afán por lograr el sueño tamaulipeco de quitarle al PAN la gubernatura de la entidad, los neo regeneracionistas se mueven en todas direcciones, sin importar el tamaño del ridículo que hagan, pero, es aquello que hay a la mano para tratar de establecer la nueva izquierda en una entidad que, como Tamaulipas es desde una perspectiva histórica, es liberal y se antoja difícil que cambie por el solo hecho de que, ex liberales se cambiaron de color político.

Obvio, si de sueño tamaulipeco se trata, el único descartado debe ser el residente evil de la Ciudad de México, Alejandro Rojas Díaz, porque su sueño tiene que ser chilango, no de por esos lares, incluso, algunos consideran que debería de aprovechar el respaldo que tiene de su jefe el Senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Cámara Alta del Congreso de la Unión para que le de forma a un proyecto como alcalde de Coyoacán.

Quien anduvo este fin de semana fuera de sus terrenos electorales, fue el Diputado Federal recién reelecto, Erasmo González Robledo y lo hizo para reunirse con mujeres militantes y simpatizantes del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, PMRN, que son alentadas por el grupo de ellas que colaboraron de cerca en la campaña del alcalde electo de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás Báez, para decirles que anda en busca de construir la unidad en el partido para el cual trabaja.

Quizá deba entenderse que salirse de la zona de confort electoral que representa para el Legislador su tierra, Ciudad Madero, en dónde lleva ganadas tres elecciones, quedándole pendiente una, la de alcalde, aunque en este momento, por la relación directa que tiene con el manejador del comité nacional de Regeneración, Mario Delgado Carrillo, la cambiaría por la precandidatura oficial a la sucesión gubernamental que se dará en año que viene y que significa el sueño tamaulipeco de quitarle al PAN la oficina principal de Palacio de Gobierno.

Andar en regiones de la entidad en dónde nadie le conoce y con personas que les son ajenas en muchos sentidos, implica creer que ya cuajó la idea de hacer partido en Tamaulipas para tratar de concretar ese sueño en referencia y a lo mejor es el tipo de dirigente que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional requiere la entidad, en el entendido de que, ya es una situación urgente, porque cada vez que se vea más lejos el 2018, fecha en que ese partido se encumbró en la presidencia de la República y se quedó con la mayoría en el Congreso de la Unión, resultará más difícil que ganen igual.

Que González Robledo se convierta en la persona que, enviada desde la dirigencia regeneracionista, desplace a la mini-izquierda natural que representa el profesor Enrique Torres Mendoza y corte de tajo con los dudosos manejos de otros militantes de ese partido que se han hecho de los dineros que les llegan como prerrogativas de las autoridades electorales será uno de los mejores episodios que puedan vivirse al interior del comité estatal.

De paso, que se abra la posibilidad de cubrir con sus obligaciones contractuales de liquidar a la dueña de la residencia en la que están las oficinas del PMRN en esta capital y a la que deben más de un año y medio de renta, algo que llega a considerarse como una desvergüenza, desde el momento que son el partido en el poder Federal y traen cientos de planes políticos, sin embargo, cuándo no se tiene orden en casa aquello que se proyecta es ilusionismo.

Respecto al asunto de hacer partido con las y los tamaulipecos, tiene un alto grado de dificultad por varias razones, primero, que se trata de Diputados quienes pretenden darle forma a la organización aquí y, indicados indicados para que lleven a cabo esa actividad no son, porque la credibilidad de ciudadana en los Legisladores es muy baja.

También influye el hecho de que existe un lenguaje que los militantes y simpatizantes no entienden, porque son palabras neo izquierdistas pronunciadas por personas que no tienen esa característica, dado que, los ciudadanos todavía los ligan como pertenecientes a partidos políticos que eran antagónicos al lópezobradorismo, es más, ellos mismos cuando ocuparon cargos públicos en el pasado desacreditaban al regeneracionismo. Falta una cosa que se llama clic, los ciudadanos de Tamaulipas todavía no llegan al punto de hacer clic con una corriente política de mini-izquierda promovida por personas que desplazan a los verdaderos izquierdistas que se formaron en la calle y en la talacha con el ejemplo de personas como el licenciado José Antonio Leal Doria, hidalguense que en el 2018 logró activar la izquierda para favorecer al actual presidente de la República, don Andrés López Obrador.

Para el clic, hasta vale la pena pensar en, primero que nada, reconocer el trabajo de los partidarios del lópezobradorismo y comprometer acciones como colocar sus nombres en el edificio del comité estatal, recordar la forma en que se llevaron a cabo las asambleas municipales para armar los comités de trabajo desde la base y que, por cada municipio se traslade al presente la acción de las personas que se la rifaron con el licenciado Leal Doria.

Tampoco se puede habla de clic, porque las y los tamaulipecos saben de la desatención que el gobierno de la República para su entidad y como se las han gastado para contrariar a las autoridades locales representadas por el PAN, mismas que debieron enfrentarles en aras de la soberanía y del respeto a los pactos y acuerdos generados a partir de acciones basadas en el federalismo, algunos de los cuales fueron observados desde la entidad para que se actualicen, porque son disfuncionales, en especial aquel que se refiere a los recursos financieros producto de los impuestos.

Encontrar elementos para hacer clic con los tamaulipecos, será muy difícil, porque aquí existe la certeza de que habrá resultados electorales y políticos a favor de los partidos que han gobernado la entidad, es decir, el PAN, PRI y aliados.

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