Editoriales

Gaceta

Por: Raúl Terrazas Barraza

*Proyectos políticos personales sin respaldo ciudadano

Siempre es igual, cuándo en la antesala de una elección los aspirantes creen que pueden convencer a los electores para que les den su voto, los ciudadanos no sueltan prenda y pueden llegar a sorprender con su comportamiento en las urnas ahora que el sufragio tiene un valor.

En el proceso electoral actual, los partidos todavía se mantienen un tanto alejados de los ciudadanos, porque de alguna manera dejan que los aspirantes se acerquen a los grupos sociales para generar empatías y mejorar preferencias electorales, dado que, los partidos políticos atraviesan por una severa crisis en cuándo a la formación de políticos de los llamados naturales porque trabajan cerca de la población.

Quizá algo sencillo fuese que cada aspirante se agarrara de un manual para ganar las elecciones municipales o distritales y con el pudieran echarse a la bolsa a los ciudadanos que tienen credencial para votar y que podrán hacerlo el primer domingo de junio venidero, sin embargo, quedar bien con los electores entraña trabajo en la base y un listado de compromisos que la ciudadanía pueda leer e interpretar para hacerlos suyos, de lo contario no funcionará para quienes aspiran a cargos públicos.

Los dirigentes de los partidos políticos están ocupados en la confección de documentos que deben entregar a las autoridades electorales, tiempo que coincide con la determinación de los aspirantes para calarse frente a los ciudadanos y confirmar si en realidad pudieran obtener el respaldo necesario para su postulación, en primer término y ganar la elección tras la realización de una buena campaña proselitista frente a sus competidores de otros partidos.

Mediados del mes de noviembre, equivale a pensar en dos semanas para la entrega de las plataformas políticas de los partidos, tiempo en el cual, los aspirante tienen que madurar sus proyectos y llegar al grado de desplazar a aquellos otros que portan bajo el brazo proyectos similares, acción esta última que se extenderá por el resto del año.

Ya en el 2021, los proyectos tienen que estar en marcha y deberán enfrentarse al interior de cada partido, pero, en especial de los llamados grandes, esos que tienen estructura sociopolítica desde las colonias, sectores, ciudades, municipios, regiones y el estado mismo y que, se supone cuentan con la posibilidad de echar mano de personas bien identificadas con las bases para candidatearlos.

El resto de los partidos, tendrán que estar a la caza de prospectos que tenían proyectos con esos partidos grandes como el PAN y el PRI, pero, al no ser considerados quedan se proclaman en libertad y pueden atender las solicitudes de quienes carentes de cuadros políticos, ven en las personas que se quedaron en la raya de las postulaciones a generadores de votos, mínimo para asegurar posiciones plurinominales en Ayuntamientos y el Congreso del Estado.

Entre más se acercan las elecciones municipales y distritales el clima político se acelera de tal manera que los aspirantes creen que su tiempo llegó, porque los ciudadanos se abrieron a conocer los proyectos de candidaturas, aunque eso en ningún momento quiere decir que se generan compromisos de votar, más bien es solo para escuchar, ya que, los electores se mantienen en silencio y con su voto bien guardado.

En esta primera etapa, a los aspirantes a cargos públicos, solo les interesa que la percepción hacia sus proyectos sea aceptable y ya después con la candidatura en la bolsa, echarán a andar una estrategia específica para quedarse con el voto de los electores.

Ahora bien, que quieren los ciudadanos, es la gran incógnita, empero, no se requiere de gran sabiduría para decir que los electores quieren ver en los proyectos políticos que haya un equipo de trabajo ya que, el individualismo no lo toleran, quieren que el prospecto sea un gran gestor y que lo demuestre desde las precampañas hasta el día de la elección, además de que su capacidad de escucha les deje convencidos de que es la persona con la que quieren interactuar como alcalde o como diputado en los próximos tres años.

Quieren personas amables, que comprendan a las mayorías y que respondan con determinación a los planteamientos que les hagan, porque en todos estos años de crisis y de promesas la gente ha sufrido mucho y está cansada que con la política le jueguen el dedo en la boca.

Es debido a esto que, aquellos que traen proyecto bajo el brazo deban de aprovechar estos tiempos de fin de año para estar mucho tiempo cerca de la gente o al menos de los líderes que sí influyen en la población y tomar en cuenta que la gente no se acerca a los políticos porque creen que se aprovecharán de ellos para ganar, sin tomar en cuenta sus peticiones, es más hasta llegan a decir que no tienen credencial de elector para no comprometerse con aquellos que buscan ser candidatos.

Para que haya buena política, tiene que hacerse ruido y eso cuesta, de manera que, acercarse a la gente implicará inversiones a las cuales no deben de ponerse más limites que aquellos que la autoridad electoral pudiera sancionar, de ahí que, los estudiosos del comportamiento político de los electores creen que precampañas y campañas en el proceso 2020-2021, tienen que ser ruidosas, de otra forma los ciudadanos se quedarán con su voto guardado y serán elecciones con un alto grado de abstencionismos.

Una situación que tienen contra los aspirantes es que, los ciudadanos escudriñan sobre sus antecedentes y al platicarlo con sus conocidos o vecinos, llegan a conclusiones un tanto extrañas, porque creen que los candidatos que andan de partido en partido no son los que deben de estar en los cargos públicos, por ello, personajes como Eduardo Gattás Báez y Luis Torre Aliyán, insisten mucho sobre los colores de sus proyectos y tratan de amarrar arriba que no los dejen fuera de la jugada.

También los ciudadanos se fijan mucho en la gente de la cual se rodean los aspirantes a candidaturas, de manera que, los líderes de los grupos sociales tienen que esforzarse por explicar a las bases el origen de los colaboradores y, hasta asegurar de que serán colaboradores ahora, pero, no en los cargos municipales una vez que hayan pasado las elecciones.

Lo ciudadanos siguen de cerca el comportamiento de los aspirantes a cargos de elección, sin embargo, a decir verdad, en entidades como Tamaulipas, contará mucho la estructura que desarrollen para motivar la participación en las urnas el día de la votación.

Los partidos sin estructura más bien andarán en la aventura electoral, con la idea de que, durante los 45 días que duran las campañas proselitistas y en espera de errores por parte de aquellos que fueron postulados por partidos con estructura y que, debido a una mala percepción de los ciudadanos, les obligue a buscar una alternativa y que, en ese momento vean a esos aventureros.

Hasta ahora es válido decir que hay un porcentaje considerable de ciudadanos que están libres de compromiso partidista para las elecciones del año que viene y que, podrían cantear los resultados, sin embargo, es factible que, a través de compromisos serios, partidos como el PAN que tienen estructura logren que se queden con ellos.

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