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Gaceta


Por: Raúl Terrazas Barraza

*Año sin Grito de Independencia

Esta semana comienza con la confirmación en todos los niveles de la cancelación de la ceremonia del Grito de Independencia, desde luego como muchas cosas en los últimos seis meses, debido a la pandemia de COVID-19, que mantiene complicadas todas las actividades de la sociedad mexicana, porque contagios y fallecimientos, aunque son menos, el nivel se mantiene alto y eso genera un gran riesgo para toda la población.

Es más, además del anuncio de la cancelación, las autoridades municipales, están a tiempo de acordonar las áreas en las cuales de forma tradicional la gente se reúne para participar de las comidas, el ambiente y la fiesta de del Día de la Independencia de México, que, en este año se cumplen 210 de que el Cura de Dolores, población del Municipio de Guanajuato, Don Miguel Hidalgo y Costilla, estandarte de la Virgen de Guadalupe en mano lazó un llamado a la población a favor de la independencia del país.

Al margen de quienes sean las autoridades en la Federación, las entidades y los municipios, la celebración del Grito de Independencia que implicaba la concentración de miles de personas en las plazas principales de las ciudades, previa preparación de una romería para la venta de artículos relacionados con la fecha como banderas, trompetas, pinturas para la cara, pelucas, camisetas o comida tradicional, pozole, tostadas, tamales, tacos al vapor, menudo, sopes, gorditas, tlacoyos, además de los tradicionales dulces como algodones, melcochas, de leche, calabaza, churros y pan de la ocasión.

Todo esto se vendía en puestos que eran distribuidos de acuerdo con un plano elaborado por los Ayuntamientos y cuyo cobro por la actividad es obligado.

La gente comenzaba a llegar a las plazas públicas para estar presenten en la festividad desde las primeras horas de la tarde, porque se trataba de disfrutar del ambiente de pachanga que comienza desde el encuentro de personas de todos los sectores de la población, de manera que la plaza, pese a los fuertes calores que se registran todavía, se convierte en un centro de reunión muy atractivo.

Importante por donde quiera que se vea, es que, en las plazas al máximo de su capacidad, siempre reinaba un ambiente de familias y por tanto con mucho respeto, aunque, la vigilancia policial y de las autoridades de todo tipo, así como, la seguridad de que existen servicios de auxilio médico y de protección civil, siempre dio gran tranquilidad a la población, por eso, se habla de que todo el pueblo acudía a escuchar el Grito de Independencia que darían, en el caso de Ciudad Victoria, por ser la capital de la entidad, el Gobernador en turno.

En las Presidencias Municipales corre a cargo de los alcaldes, quienes deberían de ensayar muy bien todo el protocolo, porque con eso de las redes sociales, la menos de las equivocaciones equivale a una burla en redes a través de los llamados memes, muy socorridos en los últimos tiempos para ridiculizar a quienes dicen una cosa por otra.

El año del 2020, es el año sin Grito de Independencia y ya se dio a conocer a través de todos los medios habidos y por haber y, por curioso que parezcan nadie ha dicho que pueda llevarse a cabo de manera virtual, sin embargo, hay una razón poderosa para que ni siquiera se menciones, que se malinterprete y por creer que si habrá ceremonia, la gente comience a reunirse en las plazas, cosa que no debe de suceder porque con el nivel de casos que hay debido a la pandemia de COVID-19, es mejor que no haya Grito de Independencia.

Los actuales alcaldes pasarán a la historia como aquellos que solo vitorearon a los héroes de Independencia en dos ocasiones, aunque les tocaban tres, aunque, tienen el consuelo de que sus antecesores que no se reeligieron solo dieron presidieron dos ceremonias.

Obvio, habrá presidentes municipales que dirán que dieron cinco Gritos de Independencia y sí, porque se reeligieron en las elecciones del 2018, como es el caso de Enrique Rivas Cuéllar de Nuevo Laredo, Maki Ortiz Domínguez de Reynosa, Laura Amparan Cruz de Altamira, José Ríos Silva de San Fernando, Yanet Selvera Garza de Abasolo, Guillermo Verlage Berry de González y Manuel de la Torre Valenzuela de Llera, por mencionar algunos de ellos.

Un año sin Grito de Independencia para los mexicanos, será como un año sin alimentar el alto sentido de pertenencia que se tiene con la patria, sin embargo, debe tenerse en cuenta que, debido a la presencia del coronavirus, nadie perderá la mexicanidad, solo deberá de acumularse para el 2021, en el entendido de que, con mayor participación de toda la gente, el COVID-19 desaparecerá como una amenaza para la salud de los habitantes de todas las regiones.

Desde luego, en entidades como Chihuahua, donde productores y la sociedad liberan una gran batalla contra el Gobierno de la República para evitar que se mantengan abiertas las compuertas de las presas para que el agua llegue a los ríos afluentes de los Estados Unidos y contribuir con el Tratado de 1944, en las que puede decirse que es bueno que no haya ceremonia del Grito de Independencia, porque desde allí podría arremeterse contra la inadecuada participación de los funcionarios de CONAGUA y de la Guardia Nacional a la que, la sociedad chihuahuense responsabiliza de la muerte de un matrimonio de agricultores.

Que alguien recuerde sobre la cancelación de ceremonias de Gritos de Independencia, nadie lo hizo, aunque apareció una opinión en el sentido de que, como consecuencia de la violencia político electoral a mitad del sexenio gubernamental de Don Enrique Cárdenas del Avellano, hubo varios municipios en los cuales, los Gritos de Independencia no fueron como siempre, debido a que, los grupos de inconformes con las elecciones incendiaron varios edificios municipales, en el entendido de que las ceremonias se hicieron en otros sitios.

Que se recuerde, fueron los casos de Mante, Matamoros y Valle Hermoso, aunque también mencionaron Nuevo Laredo, allá en la frontera de la entidad.

Como esta es la semana del Grito de Independencia y no lo habrá, los mexicanos deben de considerar no salir por la noche, como no lo hacen ya, por tanto, la convivencia por esta fecha tan significativa tendrá que llevarse a cabo en familia y nada más con quienes siempre están en casa, para evitar las aglomeraciones.

La ventaja de la fecha es que, el 15 de septiembre por la noche es martes y no será atractivo para la mayoría aprovechar que ya varios restaurantes sirven en más de la mitad de sus mesas. En caso de que se posponga para el fin de semana, es claro que perderá sabor, porque el viernes y sábado en fechas son 18 y 19.

La otra alternativa que queda a los mexicanos es mandar vídeos con la ceremonia del Grito de Independencia y que, en sus hogares haya comida mexicana y música característica de la época.

Por lo pronto Viva México y Viva la Independencia que desde hace 210 años significa libertad y que esto sea un llamado para su cuidado y que por nada del mundo se pierda.

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