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Por: Raúl Terrazas Barraza

*La abuelidad

Cuidarlos y cuidarse, era la disyuntiva en la celebración del Día del Abuelo que se celebró este viernes en México y que, aunque no alcanza la dimensión del Día dela Madre o del Día del Padre, como quiera genera movilidad y acción en las familias, ya que, ellos representan los pilares de las familias cualquiera que sea su condición social.

A los abuelos se recurre de manera frecuente por que son símbolo de experiencia y hasta sabiduría, de ahí que la celebración de este 28 de agosto tiene una gran connotación, no le hace que haya muchos de ellos que no son entendidos por las mismísimas familias que crearon y viven de la atención de personas ajenas a ellos.

En la población, este día representa la oportunidad de rendir homenaje a los abuelos de su familia compartiendo con ellos y ofreciéndoles regalos, aunque fue muy diferente a otros años, en virtud de la pandemia de COVID-19 que tiene en jaque a los países, porque luego de cinco meses y medio, el nivel de contagios apenas comienza a descender y la moralidad por el coronavirus que tuvo su origen en China también desciende.

El Día del Abuelo se celebra en la mayoría de los países de Iberoamérica. A pesar de ser una celebración que cambia de costumbres y de fecha de acuerdo a la cultura, el propósito se mantiene intacto es uno solo, conmemorar al adulto mayor y  partir de 1982 la Organización de las Naciones Unidas dedicó el mes de agosto al envejecimiento.

En México, se determinó el día 28 para conmemorar el Día de los Abuelos y rendirles homenaje, porque es un triunfo de su vida alcanzar la abuelidad, sobre todo en esta pandemia, de acuerdo a la versión de investigadores de la UNAM.

La gran satisfacción de abuelas y abuelos es destinar todo el tiempo que sus nietos quieran y aunque hoy en día muchas personas de esta edad tienen que trabajar para obtener ingresos y sentirse útiles, su preocupación fundamental es velar por su familia.

La abuelidad es un privilegio biológico y social, pero, además de ello se debe favorecer con su libre expresión y derecho a seguir en acción para la construcción de su vida, según lo asienta la investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, María Montero y López Lena y subraya que no deben existir reglas que les impidan soñar porque ya son abuelos, al contrario  deben de romperse esas creencias sesgadas y respaldar sus inquietudes.

Por cierto, además de ser el pilar de las familias mexicanas, los abuelos tienen en la actualidad un papel destacado en la educación de los niños y adolescentes al apoyarles con consejos, experiencias, tranquilidad, cariño y estabilidad, aunque el beneficio es mutuo, porque ellos se enriquecen en la parte emocional cuando están en contacto con sus hijos y nietos.

En la actualidad, para la OMS existe una reclasificación en función de la edad, debido a la expectativa de vida que se tiene en la actualidad. Es así que la población de cero a 17 años se considera como menor, la juventud va de 18 a 65 años, la edad media de 66 a 79 y los ancianos de 80 a 99 y quienes tienen más de 100 años de edad son considerados mayores de larga vida.

Para efectos de la abuelidad, habría que considerar edades quizá desde los 40 años, porque aquellos matrimonios que tuvieron hijos muy jóvenes, a la vuelta la vida les convierte en abuelos muy jóvenes.

La investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, apunta que la función de la abuelidad debe redefinirse, enriquecerse y entenderse para que las futuras generaciones integren el derecho que tiene la adultez mayor a ser digna, funcional, saludable y proactiva, en virtud de que casi el 70 por ciento de las personas con más de 60 años son funcionalmente activas, sufren enfermedades propias de la edad, pero tienen lucidez y son independientes.

Además recuerda que es la primera vez en la historia de la humanidad que conviven cuatro generaciones, debido al aumento de la expectativa de vida, de ahí la necesidad de reivindicar el rol de los abuelos como fuente de preservación, experiencia y capacidad de aprendizaje, para romper con prejuicios que se tienen acerca del adulto mayor.

Los abuelos además de ser el eslabón de origen y trayectoria de las familias mexicanas, son figuras de respeto, conocimiento y amor.

En medio de la pandemia de COVID-19, la especialista en envejecimiento, precisa que el confinamiento que se vive actualmente hace vulnerables a todas las personas y mantener un contacto afectivo con la gente mayor nutre la funcionalidad de cada integrante de la familia, pues se promueve la salud física y mental.

Una cosa es estar aislado por prevención y otra estar solo, sin vínculo físico o afectivo y cree que es bueno que a los abuelos independientes, que viven en casa aparte, se les haga una llamada al día para mantener el contacto social y el vínculo afectivo. Es necesario monitorear si necesitan ayuda física, como abastecimiento de alimentos o asistir al médico y es bueno acercarse a ellos para aprender cómo sobrellevan esta situación y cómo optimizan sus recursos, además de que pueden usarse los recursos digitales, como video llamadas para que toda la familia se dialogue con ellos e interactuar para que convivan como familia en tiempos de la pandemia de COVID-19.

Llama la atención que la investigadora Montero y López Lena el concepto de las vejeces como llegar a una etapa de la vida por la influencia de factores biológicos y contextuales, porque todo organismo presenta transformaciones a lo largo del ciclo de vida y, dependerá de la capacidad adaptativa para determinar el nivel de funcionalidad físico-cognitiva y social que se mantenga hasta edades avanzadas.

El contexto en el que se desarrollan las personas influye en las vejeces, al no ser lo mismo llegar a 60 años con estabilidad económica, que con escasez y sin inseguridad social y ambiental

Los otros.

Al final de cuentas la visita del presidente de la República, Don Andrés López Obrador quien por cierto es abuelo, salió como dicen bien, cada quien tuvo un espacio y oportunidad para hablar de aquello que tienen comprometido con los tamaulipecos y aunque los hubo que no brillar a pesar de estar presentes como el Delegado del Gobierno Federal, José Ramón Gómez Leal, las hubo que se sintieron mucho mejor a lo previsto, como el alcalde de Matamoros, Mario Alberto López Hernández porque el respaldo de los funcionarios federales le hicieron aparecer a nivel nacional como el número uno en gestión de obras y recursos financieros.

Por su lado, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Arturo Durazo Montaño dejó un buen sabor de boca a los tamaulipecos, al reconocer que Tamaulipas tiene avances en el asunto de seguridad, porque la entidad se encuentra fuera de los primeros lugares de incidencia delictiva al colocarlo en el número 25 de 32 durante el último año.

En ello también coincidió el Almirante José Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina, ya que, en la reunión de seguridad que se llevó a cabo en la ciudad de Reynosa, señaló que se aprecia una baja considerable en los delitos, porque Tamaulipas ocupa el penúltimo lugar en cosas de narcomenudeo, el 26 en robo a transeúntes y feminicidios, el 22 en robo de vehículos, el 20 en robo a negocios, el 19 en extorsiones, el 15 en homicidios dolos y el 14 en secuestros.

En esa reunión intervino el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca para señalar que los tamaulipecos han recuperado la tranquilidad y que, contra los delincuentes se aplicará toda la fuerza del Estado.

El expresidente municipal de Victoria, Don Bladimir Joch González, estuvo de cumpleaños este fin de semana, motivo por el cual recibió innumerables mensajes y llamadas telefónicas

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