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Gaceta


*Por: Raúl Terrazas Barraza

*IMSS cero vigilancia COVID-19

Aunque la parte directiva y de toma de decisiones en Oficinas Generales y Delegaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social se mantiene a la vanguardia en actividades que lucen mucho y dan la impresión de que  responden con creces a las necesidades de sus derechohabientes, la parte operativa tiene serios problemas con los trabajadores a quienes dan servicios médicos.

En repetidas ocasiones, los representantes sindicales de maquiladoras y empresas que se supone están al día en el cumplimiento de las medidas sanitaria que eviten los contagios por la pandemia, pero, la realidad es que el asunto ese de la consulta como que está en el olvido, porque ahora son las empresas las que mandan a sus trabajadores a casa si detectan algún signo de los aparecidos en los protocolos realizados por el IMSS y la Secretaría del Trabajo, dos instancias que son consentidas del Gobierno de la República.

Hace poco más de un mes, trabajadoras de una maquiladora de Victoria, la APTIV, dedicada a la fabricación de componentes automotrices, denunciaron que no existe control adecuado de los casos sospechosos y confirmados de COVID-19 y se mostraron preocupadas ante la posibilidad de que, la falta de vigilancia por parte IMSS sobre los obreros contagiados, derivara en un problema serio al interior de la factoría.

Desde luego, aquello que los trabajadores no saben es que, el IMSS no hace salud pública, solo curativa y lo extraño es que, no tiene una coordinación al cien con las autoridades de Salud ni federales ni estatales, de ahí que, cuándo los dueños de las empresas deciden abrir porque las circunstancias de la pandemia quedaron a su favor con la reapertura con responsabilidad y en atención a la semaforización de la Federación a los dirigentes sindicales de cada empresa se les vino el mundo encima.

Como ellas mismas la dijeron, en el caso de la dirigente del Sindicato de la Maquiladora de Victoria, Dolores Zúñiga Martínez, entraron en desesperación y desde luego en pánico al saber que varias de sus compañeras salieron con signos de COVID-19 y cuándo la empresa las mandó a realizarse pruebas a las que salieron positivas, de inmediato voltearon a ver a quienes fueron sus contactos y demandaron con urgencia más pruebas.

Sin embargo, para su sorpresa el IMSS nunca estuvo ahí para atenderles, pese a que, la empresa y sus trabajadores hacen de manera religiosa las aportaciones al Instituto, por ello, con toda razón los directivos de las empresas dijeron a los empleados que deberían de solicitar la intervención de los médicos del IMSS, obvio, sin resultado a su favor.

Con decir que los trabajadores de las maquiladoras buscaron información y algunos de ellos fueron incorporados al trabajo de monitoreo que lleva a cabo la Secretaría de Salud del Estado, de tal forma que salieron de algunas dudas sobre la sospecha de contagio, aunque, su situación exhibió a muchas empresas que al IMSS le dicen que siguen los protocolos que fueron enviados desde el pasado mes de marzo, pero, en la realidad las medidas básicas como sana distancia y filtros para la desinfección de manos, el uso de cubrebocas adecuados y la sana distancia eran de palabra.

Sobre la base de opiniones vertidas por los representantes sindicales de las empresas que aportan al Seguro Social y al INFONAVIT, para cumplir con la parte patronal con las leyes mexicanas, son muchos los trabajadores que se mandaron a sus viviendas porque tuvieron signos y síntomas de COVID-19, aunque no todos tuvieron la enfermedad, en tanto que el IMSS, se quedó a ver los toros desde la barrera y dedicarse a atender a los derechohabiente que sí fueron afectados por el padecimiento y de los que algunos de sus hospitales se han llenado porque no hicieron trabajo de campo.

Sin importar que dejaron muchos cabos sueltos, desde la parte directiva y de toma de decisiones, se dio más importancia a otro tipo de actividades que los hicieron aparecer como ángeles de la caridad, entre los que pueden mencionarse el de atención focalizada de carácter psicológico con el objetivo de evitar daños colaterales de COVID-19 y el de Lactancia Materna que les permitió estar a-doc con las fechas de la celebración de actividades a favor de la lactancia materna, a las cuales agregaron la palabra COVID-19 para ir a la vanguardia.

La inconformidad ante este asunto, va más allá de los derechohabientes, quienes están del lado patronal pudieron percatarse de la forma inadecuada como la Institución de Seguridad Social de sus trabajadores actúa, incluso sienten que son objeto de presiones del Gobierno Federal porque tuvieron caos de COVID-19, sin embargo, muchos de ellos creen que hicieron las cosas correctas, porque hasta invirtieron en pruebas para los obreros, cuándo se supone que esas debieron de aportarlas, realizarlas o subrogarlas desde el IMSS.

Los otros.

Por cierto, es oportuna la pretensión de la bancada del PAN en el Congreso del Estado de que tanto el IMSS como el INFONAVIT suspendan hasta el año que viene el cobro de las aportaciones patronales con el objeto de evitar que muchas empresas cierren sus puertas debido a la falta de recursos y a los pagos de obligaciones que tienen.

Se trata de un exhorto del cual habló el presidente de la Diputación Permanente del Congreso del Estado, Legislador Gerardo Peña Flores, quien cuenta con el respaldo de toda la bancada y quizá los del PRI y la del Partido Movimiento Ciudadano, porque les toca ver a diario las dificultades que enfrentan los empresarios debido al desplome de ventas y demanda de servicios como consecuencia de la pandemia.

Desde luego, una cosa son las buenas intenciones de los Diputados Locales y otras las grandes necesidades de dinero que tienen las Instituciones creadas a partir de las Leyes Federales que contienen las garantías y derechos de los trabajadores.

En el mismo renglón de las dificultades, el cierre de la Compañía Azucarera del Río Guayalejo SA de CV, sus directivos se reunieron con las autoridades federales para confirmar su decisión de cerrar debido a la inviabilidad financiera y como todo tiene plazos, ellos quieren que se firme un acuerdo antes del 15 de agosto en el cual se señale que se cumplirá con el pago de la liquidación a los trabajadores conforma a la Ley y que ya no habrá más compromiso que hasta el último día de la zafra de este año, con la que concluirán las actividades de la factoría, mismas que iniciaron en 1948, es decir, hace 72 años.

El cierre del Ingenio de Xico, como se conoce a la empresa, equivale al desplome de una buena parte de la economía de la región, aunque los cañeros creen que podrán entregar su caña a otras factorías, como la de Mante o las que se encuentran en algunas ciudades del vecino estado de San Luis Potosí, pero, en el entendido de que, tendrán que pagar más por los fletes y eso mermará sus ganancias en un alto porcentaje.

La presencia del gobernador de la entidad, Francisco García Cabeza de Vaca en la región de Reynosa, movilizó muchas manos para apoyar a las personas que resultaron afectadas con las inundaciones del Ciclón Hanna y hasta dónde se sabe, del abandono por las autoridades municipales a la atención de las estatales hubo un mundo de diferencia.

Además, fluyeron apoyos del Gobierno de la República que mandó David León Romero en sus últimos Días como Coordinador Nacional de Protección Civil, ya que, tras sus reuniones con el equipo del Estado representado por el ingeniero Pedro Granados Ramírez, dejó esa responsabilidad porque le designaron como la persona que verá la importación de medicamentos con la Organización Panamericana de la Salud.

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