Editoriales

PRESENCIA


POR: ANA LUISA GARCÍA G.

            < Persiste falta de equipo, ahora en IMSS-S. Luisito

            < Autoridades previenen, listos crematorios y fosas

            < Los caminos de la Bioética en la era del Covid

            1.- El malestar y la inconformidad del personal que labora en los hospitales del IMSS por la falta de equipo de protección ante la epidemia del coronavirus, puede ser frenada en este momento mediante el ejercicio de la autoridad que doblega a quienes temen perder su empleo y optan por el silencio. Pero el juicio de la historia les espera tanto a directivos de las unidades, como a Zoe Robledo y a los más altos mandos federales, sometidos a las políticas austeras de un gobierno que prefiere no endeudarse a costa de lo que sea.

            Ahora ocurrió en el IMSS de San Luisito en esta capital, donde la protesta fue frenada por la Directora Iris Requena, según denuncian los propios trabajadores que se disculparon por no dar la cara, ni sus nombres; lo mismo ha pasado en  los hospitales del mismo instituto de seguridad social en Tijuana, Baja California, en Puebla, Coahuila y muchos otros estados donde incluso ya murieron médicos infectados por el COVID 19.

            ¿Y por qué ocurre esto? Cualquiera podía pensar que es por la falta de recursos del erario y por el empecinamiento presidencial de no endeudarse. Pero el Jefe de la Nación insiste frente a cualquier comentario relacionado con el tema, en que hay dinero suficiente en caja. Sin embargo en su encuentro del lunes pasado con Alejando Díaz de León, gobernador del Banco de México (Banxico), planteó la posibilidad de que le adelantaran la utilidad de operación del ejercicio 2020 que debe entregarse en abril de 2021, obviamente la respuesta fue negativa.

            Tras esta circunstancia el Presiden López Obrador manifestó que a pesar de ello, no hará uso de líneas de crédito, “porque su gobierno no desea endeudar al país, y porque se cuenta con dinero en caja”.

            Y uno no puede dejar de preguntarse, si hay dinero en caja, entonces como ¿para qué planteo el adelanto de la utilidad referida al Banxico? y todavía más, si existen recursos porque no están enviando remesas extraordinarias, no de dinero, pero sí de equipo de protección profesional a Médicos, enfermeras, afanodoras y demás personal en contacto con enfermos por el Covid, así como de productos sanitizantes en gel o Lysol cuya demanda es ahora en cantidades industriales.

            Ya sabemos que estas condiciones de desabasto se niegan, pero el juicio de la historia nadie lo podrá borrar, el saldo final nos dirá la verdad, ojalá la factura a pagar no sea en vidas humanas.

            2.- La Bioética una disciplina que surge como tal en 1971, ahora en tiempos del COVID-19 está en el ojo del huracán. Un documento de 11 páginas que circula en interne con las reglas que se aplicarán únicamente en condiciones críticas en los hospitales. Usted como muchos estará impactado porque los lineamientos de referencia establecen que ante la falta de recursos (como pueden ser los respiradores) para la atención de pacientes, deberá elegirse a quien tenga mayores perspectivas de vida, no sólo por ser más joven, sino por otras condiciones de salud.

            Este tipo de decisiones se practican en el día a día en la asignación de órganos para trasplante, cuando llega un riñón y hay 10 o más pacientes en la lista de espera, se aplican criterios bien definidos para el caso.

            En lo que concierne al Coronavirus 2019 se torna dramático para los familiares el procedimiento, del cual quizá ni se enteren en ese momento, por el aislamiento del paciente al que no verán morir, del que no se podrán despedir y tampoco darle el último adiós. En el mejor de los casos podrán tener su cuerpo durante unas horas y en escenarios más intensos como el que se vislumbra en la Cd. de México quizá sea la propia autoridad la que proceda a la incineración sin más preámbulo, para evitar cualquier posibilidad de contacto.

            3.- Es época de ver cuadros dramáticos, los medios de comunicación están invadidos de notas sobre el tema, a las cuales ahora se agregan la creación de la fosa común, de apertura de nuevos panteones, y de los preparativos que se realizan para incinerar los cadáveres. La nota de ayer la dio el Director de Protección Civil en el estado, Pedro Granados, “ya estamos listos” refiriéndose a los crematorios.

            Tamaulipas está entre los estados que mantienen la epidemia en niveles de control, pero no se puede descartar una ola de crecimiento cuya dimensiones nadie puede prever, aunque hay metas de un horizonte deseado para poder manejarlo de manera eficiente. Pero por lo pronto están asumiendo un papel responsable, quizá no sea necesaria una fosa común (se construyen en Matamoros, San Fernando y Madero), ojalá no las utilicen, pero hay que contar con estos recursos y el Gobierno de Tamaulipas se ha venido preparando en este y otros renglones.

            Pero nosotros ¿estamos preparados? ¿Para ser testigos de esta etapa crucial? Porque el papel de observadores también impacta, quizá no perdamos a personas que vivan con nosotros, pero si a familiares de otros estados o amigos, o compañeros de labores. Necesitamos construir nuestra propia fortaleza psicológica y emocional, apoyarnos en la fe del Supremo, del Todo Poderoso de la religión que sea.

            Pensar en el mañana que quizá no está cerca, tal vez sea noviembre o diciembre, el nuevo 2022, y si estamos aquí, si sobrevivimos hacerlo con alegría y fortaleza, porque por algo el destinos nos permitió ser testigos de este dramático capítulo.

            Las versiones de psicólogos en este momento es de preocupación por las conductas de asilamiento que se han generen con motivo de la cuarentena, que por cierto no concluirá el 30 de abril y quizá ni el 30 de mayo, pero los alcances en la conducta tras vivir esta etapa de presión económica y profesional para algunos sectores, así como social al cambiar los estilos de vida tendrán repercusión en la psiquis del individuo, sin predominio de género, mientras que en edad parece que pegará más en jóvenes.

            En fin, la cuestión es que al finalizar la pandemia además de enfrentarnos a los estragos de una maltrecha economía, en consecuencia el incremento de delitos del fuero común como el robo, sin menoscabo de los que hemos venido sufriendo durante este siglo, también tendremos que sacudirnos los problemas psicológicos, dejarlos atrás, para estar en condiciones de contribuir a la reconstrucción económica y social de este país y en nuestro caso de Tamaulipas.

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